Por Luis Arturo Noria
Hagamos un pequeño experimento mental: imaginemos que existe un mundo paralelo donde se discrimina a la gente por el color de sus ojos. La gente con ojos cafés discrimina a los que tienen ojos azules o verdes. Pero ha habido progreso, las personas de ojos verdes o azules salen a protestar sus derechos y se han promulgado leyes para prohibir la discriminación y penarla con cárcel. Se celebran marchas, dias, incluso un mes del Orgullo Verdiazul.
La gente con ojos de un color que no es café nació así, no eligieron su color de ojos, y les gusta su color, esperan algún día tener los mismos derechos que los de ojos cafés, y llevan una lucha continua por garantizar su igualdad.
Ahora en nuestro mundo, ¿existe discriminación por el color de ojos? No, es algo irrelevante, nos da igual si alguien tiene ojos cafés o verdes o azules, claro que, a muchos se les hace mas atractiva una persona de ojos verdes o azules, pero se ve mas como un bonus de atracción que un deal-breaker.
Ahorita estamos viviendo en el mundo en el que nuestra orientación sexual o nuestro color de piel importa, y se nos discrimina, y se celebran dias, meses, y marchas para hacer visibles las causas que sufren discriminación. Para muchos, el futuro es uno en el que hay igualdad estable, y la discriminación es nula o lo mas cercana a nula que se pueda.
Pero ese no va a ser el futuro, la razón es el capitalismo. La discriminación vende. Organizaciones como el BLM y otras que promueven la lucha de los negros por igualdad reciben mucho dinero, por tanto, esta en su mejor interés no resolver los problemas, se quedarían sin dinero. Es suicida para el BLM promover la igualdad racial. En el capitalismo, el mejor interés no es el bienestar de las personas, sino tener cada vez mayores ganancias
Junio, el mes del Orgullo LGBT, las empresas se pintan del arcoíris y se pintan muy inclusivos e igualitarios, cuando es una farsa orquestada por Relaciones Públicas para ganar simpatía y vender a sobreprecio productos con la bandera LGBT impresa (cof cof Calvin Klein). Por tanto, esta en el mejor interés de las empresas que nunca acabe la lucha LGBT, esta en su mejor interés que siga habiendo homofobia, para vender que ellos no son homofóbicos (de dientes para afuera).
En este mundo, una empresa no puede decir «celebramos la diversidad de color de ojos en todos y todas», no vende, porque no hay esa discriminación. Pero vende aquello que sí tiene discriminación. Si viviéramos en un mundo con esclavitud, Disney pondría en Twitter «Regálale a tu esclavo negro una suscripción anual a Disney+, y ponlo a cantar Canción del Sur a las 4AM para motivarlo a trabajar mas duro»
El futuro al que debemos aspirar es a aquel donde no hay marchas BLM o Pride, porque se ha trivializado el color de piel o la orientación sexual. Donde a nadie le importa si eres negro, moreno, blanco, gay, lesbiana, trans, asexual, etc. No porque no importe serlo, sino porque la igualdad no reconoce importancia, si no, seria desigualdad.
Nos debe dar igual el color de piel o la orientación sexual, ese es el futuro.